¿ Cuándo me he vuelto tan débil?

A veces pienso que sería todo mucho más fácil si yo no estuviera. Y que precisamente, lo que queréis conseguir es que me valla, que desaparezca de la faz de la tierra. ¿Por qué ahora después de tantos años? La simple idea de que prefieras saludarla a no hacer daño a tu mejor amiga me parece casi irreal.

Intento no pensarlo, con el daño que me has hecho simplemente no me mereces, no debería pensar en ti. Gente como tú no debería existir. Me pregunto como hay gente tan mala en este planeta. Ni si quiera puedo entender como alguien es capaz de hacer sufrir así a una persona que quiere.

¿Cuándo me he vuelto tan débil? ¿O es qué quizás lo he sido siempre?  Yo creía que con cada caída aprendía a levantarme, pero si te patean cuando ya estás en el suelo es muy difícil y lo único que puedes hacer es encerrarte más y más en ti misma para que el dolor cese por un momento.

Desde que soy mejor persona lo único que recibo son palos. ¿Y luego la gente se pregunta por qué no hay gente buena por el mundo? Porque cada vez que hay alguien bueno los malos se lo cargan. Porque eso de que el bueno siempre gana es pura ficción. Pero yo, al menos, tengo mi conciencia tranquila ¿Tú puedes decir lo mismo?

Si ya no estas tú.

Siempre he pensado que los amigos eran lo primero, lo más importante, lo que pone la sonrisa en tu cara cuando el amor te la quita. Pero por lo que se ve me he equivocado. 
Todo ha sido un juego para ti, nunca has estado realmente a mi lado. Nunca has sido capaz de apreciarme, solo estabas esperando a que otra persona mejor apareciese para pasar de mi.
¿Cómo puedes mirar  a la cara a una persona por la que tantas veces he llorado? ¿ Cómo puedes ser tú el que me haga llorar en este momento? Ya no puedo confiar en ti.
Eres libre de llevarte con quien quieras pero yo también y decido no tener una amistad con alguien que no me quiere lo suficiente como para apoyarme y defenderme. No con alguien que me hace llorar.
Y la última pregunta es: Cuando el último hilo que sujeta tu vida es cortado...¿Qué te queda?

Sería tan facil...

Hoy me doy cuenta de que todo ha cambiado, desde mi modo de vivir hasta mi manera de ver las cosas. Cada  persona que me ha hecho daño a dejado su huella sobre mi, unos buena, otras mala. Pero todos me han hecho más fuerte. O eso creía yo.

Hasta que ha llegado el día en que me he dado cuenta de que soy mucho más débil de lo que yo misma creo e infinitamente más de lo que los demás jamás verán. Porque he aceptado que nunca seré lo suficientemente diferente como para pertenecer a otro mundo ni tan parecida como para pertenecer a este. Que nadie nunca se enamorará de mí. Que nunca nadie apostará por mi.

Y aquí estoy, intentando hacerme la fuerte mientras miro mis muñecas surcadas de cicatrices y pienso lo mucho que me muero porque alguien saque la luz que hay en mi, si es que yo tengo de eso.

Pienso lo fácil que sería hacerlo a conciencia, dejarlo todo atrás. Que esta vez no se convierta en una cicatriz más, que sea la definitiva. Sería extremadamente fácil dejar volar mi alma libre fuera de este estúpido envoltorio que no me ha traído más que problemas. Se acabaría el dolor, la desazón, el desamor, el sufrimiento...Pero ni si quiera soy lo suficientemente valiente como para eso. en el fondo soy sólo otra cobarde que no sabe que hacer con su vida, o que la dejarán hacer. Hubo un tiempo en el que perseguía la felicidad hasta que me di cuenta de que ella es más rápida que yo.

¿Cómo hemos llegado a esto?

He cometido uno de los peores errores que se pueden   cometer en una de esas tardes en las que el mundo te parece gris. He mirado tus fotos, nuestras fotos, las fotos de esa antigua vida que tenía cuando estaba contigo.

Te he visto jugando a los bolos en mi equipo y levantándome en brazos como a una princesa, te he visto en mi cumpleaños, a mi lado. Y todas esas fotos me han llevado al recuerdo de todos esos momentos que había enterrado tan al fondo de mi corazón...

Ahora recuerdo las tardes en tu casa, aquel día de reyes, los mensajes, tus llamadas,  las mañana esperando en tu puerta, tu y tu bici, tu y tu balón de futbol.

Y ahora me pregunto ¿cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Cómo hemos pasado de ser, amantes, amigos, hermanos a esto? Simples conocidos que se saludan en clase. Y si sólo fuéramos eso...pero noto que hay algo más. Si no es así ¿A qué vienen, abrazos, besos y falsas esperanzas sabiendo lo que siento por ti? ¿Estás jugando conmigo? ¿Qué pretendes?¿Volverme loca? pues lo estás consiguiendo. ¿que me obsesione? Pues felicidades. Yo solo quiero llegar a tener una décima parte de lo que teníamos antes.

Tan solo tú.

Ha sido solo una mirada. Han sido solamente un par de sonrisas amables. Solo han sido unos segundos lo que ha estado tu mano en mi cintura.

Me ha dado cuenta de que soy incapaz de vivir sin tus bostezos, sin tus ojitos cansados, sin tu sonrisa risueña. 

Ha sido solo un beso en la mejilla acompañado de un buenos días. Y solo con ese pequeño gesto has conseguido que la sonrisa estúpida no se me quite de la cara. He llegado a pensar que tenía posibilidades, que no debía perder la esperanza y que aunque solo queden unos meses para dejar de verte cada mañana, debería intentarlo.

Pero se que tarde o temprano toda esta alegría se transformará en desesperanza cuando tengas que marchar lejos de mi lado para seguir tu propio camino sin mi y entonces ¿Quién me dará los buenos días más bonitos del mundo? ¿Quién me hará reir cuando suspendo? ¿Quién me protegerá de los balonazos? Se que tiene que pasar, soy consciente de que tarde o temprano perderé el brillo de tus ojos.

Y cuando eso pase solo me quedarán recuerdos para soñar, porque eso nadie me lo podrá quitar.

Te odio demasiado como para negarlo

Juré no odiarte nunca pero es tan complicado. Siempre dije que eso es darle demasiada importancia  a la gente que no lo merece. Lo mejor es la indiferencia  ¿pero se puede ser indiferente ante una persona por la que casi lo dejas todo? No. Yo no puedo.
Todavía te atreves a decirme que te alejas de mí para que no sufra, porque me quieres, porque soy lo más importante...te atreves a decirme exactamente las mismas palabras que a todas las demás y pretendes que no me moleste.
¿Que me dejas de dirigir la mirada para no hacerme sufrir? No se me ocurre nada más doloroso que verte cada mañana y no poder abrazarte, besarte, ni siquiera mirarte para saber que estás ahí.
Ahora lo siento, pero ya es tarde. Dentro de mí solo hay odio hacía ti. Recurres a mi cuando todo te va mal para que te consuele. No puedo, porque creo que tienes lo que te mereces. Tu has sido mi castigo y ella ha sido el tuyo. El tiempo ha sido muy justo.
Ahora sufre, pierde la esperanza, muere, conviértete en huesos, en polvo, en nada. Ya no me importa, lo tienes merecido.

La huella del pasado.

Ahora comprendo que todo lo que salía de tus labios eran mentiras. La certeza de que lo he perdido todo cuando en realidad no tenía nada se hace más grande en mi corazón. Todavía tu voz martiriza mis oídos, tu boca besa la mía en mi cabeza, tus manos rozan mi piel en mi imaginación, tus dedos secan las lágrimas de mis ojos en mis recuerdos. Extraño algo que nunca ha sido mío.

Mientras decías lo mucho que me querías y lo radiante que era mi sonrisa también se lo decías a ella. Sabía que había otra, otras, muchas, pero no quise verlo. No quise ni pude aceptarlo. Me has hecho daño, mis heridas cada día sangran más y quiero olvidarte y a la vez no quiero parar de mirarte. Me has enseñado la lección de que no se puede confiar en gente como tú.

 La huella del pasado no me deja avanzar hacía el futuro.

Debería odiarte, guardarte rencor y pensar en mí mundo pero solo pienso en ti, quizás porque mi mundo eras tú y ahora ya no estás. No hay mundo en el que pensar. 

Estúpido domingo

La gente normalmente piensa que los domingos son buenos días. Se puede dormir más y no hay instituto.

Pero teniendo en cuenta que soy insomne y que el viento que mueve mi vida es verte cada mañana en el instituto los domingos son una jodida mierda. 

Porque aunque fisicamente no estés aquí mi espíritu está contigo en todo momento. Paso por la ventana de tu habitación.  Recuerdo cuando esa habitación era nuestro castillo y me hacías tu princesa de nuestro reino encantado.  Pienso que quizás sería mejor no volver a verte, largarme de aquí y empezar una vida lejos de tu recuerdo.

Nuestras miradas se cruzas me sonríes como sabiendo lo que estoy pensando pedirte el lunes. Y entonces sé que no, que no podría vivir sin tus buenos días, sin tus miradas se soslayo, sin verte sonreír a cada  minuto. Pero lo que no puedo soportar es ver que esa sonrisa no es por mí, que eres feliz y no tengo nada que ver en esa felicidad y que lo único que nos queda es nuestro sueño que ahora solo es mío.

porque pintas mi mundo de color.

Uno de esos días dónde nada sale bien. Nada funciona. El mundo no gira. Estúpido fin de semana porque no puedo verle. Un único pensamiento llega  a mi cabeza y es su nombre una y otra y otra y otra vez. En el equipo de música suena nuestra canción y los recuerdos vuelven a mi sin querer. No soy capaz de oír la canción y tampoco de quitarla...
Y entonces el móvil suena. Son ellos.
Son esa gente que con un par de palabritas pintan tu mundo de color. A mi, me sacan la sonrisa cada diez minutos, me aguantan cada una de mis películas por él, me hacen sentir bien, ver lo que no veo...
Más de una vez he oído decir: el amor es más que una simple amistad. Lo único que yo puedo pensar es que si cualquiera de las personas que dicen esto supieran de verdad lo que es una amistad no pondrían el adjetivo simple delante.
Porque los amigos son la cosa más bonita que te puede pasar en la vida, son esos que te consuelan y te animan cuando esa persona se va. Son eternos si los sabes conservar. No se lo que piensa el resto de gente al respecto pero si no fuera por ellos mis muñecas a penas tendrían carne

Recuerdos que atormentan, o que hacen vivir.

Te miro, se que estás ahí delante. Estás tan cerca que tu colonia me golpea la nariz y puedo sentirla en mi piel. Ese olor a vainilla que te precede. Me miras, sonríes para ti puede que sea un gesto insignificante, para mí es lo más bonito que me pasa en el día.

Cuando tu sonríes, me hablas o simplemente me miras haciendo tonterías significa llevarse bien  con una compañera de clase. Sin embargo, lo que yo veo son mil recuerdos del tiempo en que éramos felices.

Recuerdo tu brazos a mi alrededor, en las oscuridad y tu mirada clavada en mí mientras me decías que era preciosa.

Recuerdo el sonido de tu risa cuando me ganabas a la play, me besabas y decías que lo nuestro era un sueño.

Recuerdo esas tardes en la Gran Vía huyendo de la gente, del tiempo, del mundo, de esos cuerdos que no sabían soñar.

En fin...en mi cabeza hay tantos recuerdos, también malos. Incluso quizás me hayas dejado más oscuridad que luz en mi interior. Pero lo que más dolor me causa es el recuerdo de los momentos felices, de saber que ha pasado, que nunca lo olvidaré y nunca volverá a pasar.  Y por mucho que lo intente nunca volveré a probar el sabor de tu boca, a sentir tus abrazos, a vivir creyendo que soñar era posible.

Mi estúpida a adicción a ti.

No hace mucho, quizás un par de años, le preguntaba a mi mejor amigo como podía estar con una chica que solo le hacía daño. En ese momento él me contestó: soy adicto a ella. Quizás porque yo era joven e inexperta, no le podía comprender.
Han pasado los años, han pasado experiencias y has pasado tú y ahora lo comprendo todo.
Cada noche me digo que por mucho que me digas que me quieres, que me amas, que no puedes vivir sin mí que mi sonrisa es la que necesitas cada mañana, debo alejarme de ti. Porque sé que a la mañana siguiente te veré con ella abrazado y sin hacerme caso. Y me lo repito: aléjate de él y no me canso de hacerlo y sin embargo, me quedo a tu lado. Y si no lo hago me siento culpable y si lo hago también.
Vivo en una culpabilidad constante.
En la duda constante de si me quieres o no de si alejarme o no de si quererte u olvidarte.
Lo único que tengo claro es que te quiero y eso no lo podrás cambiar tú ni tu novia. ni la gente, pero si el tiempo...porque no estaré aquí eternamente.
Bueno, eso digo esta noche ¿ qué diré cuando te vea mañana?