La gente normalmente piensa que los domingos son buenos días. Se puede dormir más y no hay instituto.
Pero teniendo en cuenta que soy insomne y que el viento que mueve mi vida es verte cada mañana en el instituto los domingos son una jodida mierda.
Porque aunque fisicamente no estés aquí mi espíritu está contigo en todo momento. Paso por la ventana de tu habitación. Recuerdo cuando esa habitación era nuestro castillo y me hacías tu princesa de nuestro reino encantado. Pienso que quizás sería mejor no volver a verte, largarme de aquí y empezar una vida lejos de tu recuerdo.
Nuestras miradas se cruzas me sonríes como sabiendo lo que estoy pensando pedirte el lunes. Y entonces sé que no, que no podría vivir sin tus buenos días, sin tus miradas se soslayo, sin verte sonreír a cada minuto. Pero lo que no puedo soportar es ver que esa sonrisa no es por mí, que eres feliz y no tengo nada que ver en esa felicidad y que lo único que nos queda es nuestro sueño que ahora solo es mío.
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